Butvarne pućhimàta

So hakǎras sar o Evropikano Kulturaqo Śerutno Fòro?

O Evropikano Kulturaqo Śerutno Fòro (EKŚF) si jekh iniciatìva kotar i Evropikani Ùnia so ròdel te promocisarel o kulturikano ververipen aj te vazdarel o kulturikano barvalipen e Somdasne Themenθar.

I Evropikani Ùnia putarel jekh akharipen śov berśa angleder kàste aven e dizǎ e Somdasne Themenθar (aćaral duj lenθar) save odova berś therèna o anavipen sar Evropikano Kulturaqo Śerutno Fòro. Vi śaj te aven dizǎ e Kandidàte Themenθar, e Evropikano Ekonomikano Thanesθar ja o Kreativikani Evròpaqo programosθar. Vi śaj te aven dizǎ e Kandidàte Themenθar, e Evropikano Ekonomikano Thanesθar ja o Kreativikani Evròpaqo programosθar.
E dizǎ save mangen te aven kandidàte si te bićhalen jekh kandidaturaqo arxìvo (bid book) kaj avel lenqo kulturikano dikhipen, o strategiaqo plàno, themutno vastelipen, manglo reslipen thaj aver. Jekh biumblavde pinʒarnenqi kris (anavǎrde kotar varesave Evropikani Ùnia raimàta ta o korespondènto Them) dikhlǎrel e propozìcie aj kerel jekh angluno alosaripen (shortlist).Las candidaturas preseleccionadas deben desarrollar un segundo dossier más detallado en esta segunda fase hacia la selección final. Las ciudades finalistas deben presentar su proyecto completo: programación cultural, financiación, infraestructuras, accesibilidad, sostenibilidad, etc. Finalmente, el jurado elige una ciudad ganadora por país.

La decisión del tribunal internacional es validada por el Consejo de la UE. La ciudad designada recibe oficialmente el título de Capital Europea de la Cultura para el año correspondiente.

En equipo, desde la coordinación interinstitucional y la participación social y con mucho tiempo de antelación.De hecho, la ciudad ganadora tiene varios años para preparar su programa cultural (entre cuatro y seis). Para avanzar en la materialización del propósito y estrategia de la candidatura, se establece una estructura de gestión independiente (gobernanza), se asegura un presupuesto suficiente para desplegar el programa cultural (con implicación de las administraciones local, regional, nacional, europea) y se concreta el plan de eventos y actividades.

Es el año más esperado, pero no el único. Concentra buena parte de los impactos y de las acciones, aunque la candidatura se prepara desde mucho antes y sus efectos van mucho más allá del año de celebración. Durante el año designado, la ciudad ejecuta el programa cultural previsto, con actividades internacionales, participación local y visibilidad europea.

El propósito de la candidatura continúa. No se detiene ni se para. Las ciudades dan continuidad a su proyecto cultural. El año de capitalidad es un estímulo para armonizar recursos y voluntades para transformar la sociedad desde la cultura. Todo empieza bastante antes y termina mucho después. Lo importante no es qué se hace durante la candidatura sino su nivel de trascendencia y qué legado deja para el futuro.